Metal Progresivo: La fórmula consiste en fusionar el volumen y el ruido del heavy con la opulencia, complejidad y las pretensiones del rock progresivo. En según que casos pesa más lo uno o lo otro y es primordial contar con un vocalista de aguda voz capaz de alcanzar altos registros. Los canadienses Rush en su primera etapa setentera fueron la avanzadilla del género, que en los 80 vió como representantes a gente como Queensryche y Fates Warning, más inclinados por la vertiente heavy, cuando no A.O.R, del asunto. No fue hasta la aparición de los neoyorkinos Dream Theater que ya se habló de una manera institucionalizada, por así decirlo, de éste estilo. Otras bandas reconocidas son Symphony X, cercanos al Power Metal, y en plan más experimental, Tool.